martes, 24 de septiembre de 2013

DOLORES ALEIXANDRE (AUTORA RECOMENDADA)


Dolores Aleixandre, religiosa del Sagrado Corazón de Jesús, teóloga y licenciada en filología bíblica, una de las pioneras en el mundo de la teología protagonizado por las mujeres. Fue maestra de novicias, responsable de la Pastoral en diversos colegios y partícipe en asociaciones de mujeres de barrio, profesora en la Universidad de Comillas durante más de 20 años. Ha dado cursos de Biblia, ejercicios espirituales, conferencias por aquí y por allí, siendo extraordinaria escritora de libros en torno a la espiritualidad bíblica con un estilo muy propio, ameno, que se lee con gusto y que llega a lo más profundo del alma. En una entrevista reciente, diciéndose “jubilada” pero siempre activa en la proclamación del mensaje de Jesús, invitaba a tomar en serio los desafíos que tiene la Iglesia en los comienzos del siglo presente: “Lo que nos urge hoy es la vuelta a Jesús, la vuelta al Evangelio que sigue teniendo, tiene un inmenso poder de sugestión, de atracción y de asombro, que redime lo que tenemos, eclesialmente, de apagado y desvaído. Creo que amamos la Iglesia a partir del Evangelio, no al revés pero quien está fascinado por Jesús, entiende y puede amar después la comunidad en que mantenemos su nombre”. En su camino teológico-espiritual-vital, Dolores Aleixandre nos invita, desde la Palabra de Dios, a “soltar lo accesorio” y buscar lo esencial, el Evangelio y la buena nueva que la visita de Dios permanente en nuestras vidas, nos trae… Y, en estos momentos en que el mismo Papa nos invita a salir a la calle, “hacer ruido”, acercarnos al hermano y sentir su respiración a veces sufriente y desorientada… Dolores Aleixandre, desde hace años, viene expresando su deseo de vernos a todos y a todas construyendo un mundo más humano y más de Dios: “Quiero ‘místicos en la plaza’ o en el café, más ‘expertos en humanidad’ cercanos de la gente”, ha repetido con frecuencia. Dolores Aleixandre, toda una gran mujer, siempre tras el Resucitado que sale siempre al encuentro del que le busca y, al mismo tiempo, proclamando con su palabra y ágil pluma que es posible la justicia, la paz y la igualdad en nuestro mundo. ¡Enhorabuena!